05 noviembre, 2010

..sólo otro ratito.

Lo más rico del otoño es TODO. ¿Cuántas veces te ha despertado la alarma en una mañana de clima frío y piensas "sólo cinco minutos más"?

Incuestionable. La gente se vuelve más agradable en las fechas en que la temperatura desciende.

Las cosas amigables y cálidas encuentran su cobijo en la presencia del otoño. ¡Hasta el genial Octavio Paz reparó en ello!

"En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta! " -'Otoño' de Octavio Paz


Por mi parte, tan sólo con hundirme en el exquisito aroma de café y el gusto en mi paladar de un sabroso pan dulce, hacen que los días de otoño forjen constantemente recuerdos de sonrisas y charlas con amigos y familia. Invitan a convivir. Añoran repetirse casi instantáneamente.

Mientras tanto, me retrepo en la silla al tiempo que mi rostro refleja la paz y felicidad propias de estos tiempos. Me apuro a repasar mentalmente los pendientes laborales y me susurro despacito, casi adormilado... "sólo otro ratito".

15 octubre, 2010

Típico: la bienvenida

Pues como he visto muchos blogs y más noticias y comentarios de los que pudiera ver en una vida entera algún alto magnate de Nueva York de los años 20, he decidido crear mi propio blog. Estoy consciente de que la mayoría de los bloggeros utilizan los espacios como este para quejarse, quejarse y quejarse. Ya sea de la situación del país, de la contaminación, de las autoridades, de la nueva pareja en turno de Niurka o la dieta de moda y nadie hace otra cosa que quejarse. Es más, creo que este post obligatorio de la bienvenida ya se está convirtiendo en queja, lo cual no me agrada en lo absoluto.

Prefiero infinitamente el buen humor. Algo de sátira y sarcasmo está bien. Se me antoja un blog con los típicos comentarios profundos llenos de ligereza.

¿Algo de mi? Pues soy un tipo regular, pero muy especial. Entre ediciones de video y café, llevo la vida tranquila y llena de compromisos. A pesar de los pesares, a buen modo intento sobrevivir y llenarme de humor cada que puedo. Busco la sonrisa del alma, no la falsa careta de la que están llenas la mayoría de las caras que nos rodean. Ingiero con algarabía los momentos tan bellos que paso al lado de mi pareja, familia y amigos; atesorándolos y reviviéndolos cada que se puede.



Bien, veamos cómo se desarrolla esta nueva adición a mi ya nutrida agenda cibernética.
Si hay alguien ahí leyendo: Bienvenido a este blog.